¡Oh yo, vida!
¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven,
Del desfile interminable de los desleales, de las
ciudades llenas de necios,
De mí mismo, que me reprocho siempre (pues,
¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),
De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
De lo malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,
De los años vacíos e inútiles de los demás, yo
entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que
vuelve – ¿qué de bueno hay en medio de estas
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida ?
Respuesta:
Que estás aquí – que existe la vida y la identidad,
Que prosigue el poderoso drama, y que
puedes contribuir con un verso.
Walt Whitman
Si tuviera que elegir una parte de este poema de Walt Whitman me quedaría con el verso: "de la lucha siempre renovada".
Porque la labor docente debe renovarse en cada nuevo curso, las esperanzas y las ganas deben estar siempre a flor de piel para tratar de educar a las mejores personas. Debemos como docentes creen en nuestros alumnos, en su lucha diaria por formarse y seguir subiendo peldaños en busca de un futuro digno. Tenemos que renovar sus ilusiones con cada nuevo conocimiento, inspirarles en lo que amen y hacerles pensar que si persisten podrán llegar a todo lo que ansíen.
Creo que la lucha ha de ser constante para conseguir cualquier meta en la vida, los sueños están al alcance de quien pelee por ellos... y así, yo sigo persiguiendo el mío 💚
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