¿En 2030 también habrá pandemia?

Espejito, espejito... ¿Qué nos deparará el 2030?

Pues...finalmente parece que los coches no volaban, no tenemos segundas residencias en la luna y ¡ops! una pandemia global sigue estando presente en nuestras vida...

Nada tiene que ver la vida actual respecto a aquella que vivíamos en 2020 preocupados por si funcionaría el wifi durante el confinamiento, si Netflix había borrado algún capítulo que no hubiéramos visto de Merlí de su plataforma o si nos atropellarían por la calle aquellos dichosos patinetes eléctricos tan rudimentarios. Ahora todo lo tenemos al alcance de nuestra mano, y sin duda los jóvenes son los más conscientes de ello.

2030 es un año de continuidad en el avance tecnológico, de desarrollo de nuevos programas informáticos y aún más aparatos electrónicos para la casa y para llevar por el cuerpo. Atrás quedaron los relojes que medían tu pulso, tu actividad deportiva o incluso daban la hora con la aparición de los microchips que envían a tu móvil un WhatsBody cuando está a punto de darte un infarto o se le está acabando la batería a tu memoria extraíble.

En el mundo de la enseñanza no es para menos, los jóvenes pueden estar presentes en su clase de chino avanzado desde la cama con tan sólo activar su robot inteligente que coge apuntes por él, hace los trabajos de clase e incluso ¡le cae mejor que tú a tu profesor!

Ahora todo es más fácil y no necesitamos salir de casa ni para pasear al perro, acudir al dentista o a la reunión con el jefe de estudios porque tu hijo no hizo los deberes (¿qué era eso?). Tenemos a nuestro clon inteligente que hace todo esto por nosotros, que piensa lo que nosotros pensaríamos e incluso educa a nuestros hijos mejor de lo que lo haríamos nosotros.

Pero, ¿recordáis el Covid 19?

¡Pues por el 2030 habrá evolucionado tantas veces que casi sea tan listo como nosotros!

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No, yo esto no lo quiero.

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Estoy segura de que en esa fecha nuestra vida en vez de ir a mejor será muchísimo más triste de lo que pudiéramos imaginar. Las pandemias globales, las injusticias sociales, la pobreza y un sin fin de problemas seguirán sucediédole al ser humano. Y esto será consecuencia de haber vivido tantísimos años en una burbuja, pensando solamente por el bien propio y olvidando que somos uno más dentro de este planeta.

Para el 2030 yo le pediría a ese espejo más consciencia humana y también medioambiental, dejar de desnaturalizarnos del mundo y volver a poner los pies en él. Trabajar por ser mejores personas y por dejar en este mundo a futuras generaciones respetuosas, solidarias y libres. Ojalá la educación que podamos aportar en estos años que quedan hasta la fecha contribuya a todo esto, ojalá seamos los docentes que hagan el click en la sociedad y reaccionemos a tiempo para lo que está por venir. Porque aún hay tiempo pero debemos actuar ya en ello.